De la débil intransigencia de la JP al reformismo de la JR: los desafíos de la militancia argentina

28.11.2023

Por Ana Izurieta

La militancia ha sido en América Latina y específicamente en Argentina el músculo de los movimientos más rupturistas en las luchas sociales desde abajo y en la defensa de la democracia.

La militancia agrupa un conjunto de actividades en el espacio público que requieren entrenamiento, saberes específicos, repeticiones sostenidas, técnicas concretas. Para mostrar potencia y fuerza organizativa, este despliegue de prácticas se ordena mediante normas inscritas en la experiencia colectiva. Con el fin de indagar la actualidad de estas disposiciones regulares y sus implicancias, propongo analizar el futuro de la militancia argentina tradicional que tiene enfrente por primera vez, a 40 años de Democracia ininterrumpida, un gobierno electo de la extrema derecha (o lo que prometía ser).

Volviendo a los inicios del debate democratico, Argentina contó históricamente con un bipartidismo que posteriormente fue polarizando y transformándose en un bipartidismo bifurcado con la llegada del PRO y Juntos por el Cambio en la arena nacional. Sin embargo, la militancia de la Juventud Peronista y la Juventud Radical pertenecientes al histórico peronismo y radicalismo lograron equilibrio en líneas generales frente al comportamiento de sus juventudes en comparación a aquellos momentos que con el correr de las décadas seguimos recordando por el accionar que tomaron las militancias para contener a sus partidos en momentos cruciales.

La realidad que propone cuestionar esto es ¿porque logran sobrevivir e incluso crecer en magnitud de adherentes cuando las últimas elecciones nacionales demostraron muy claramente que la juventud argentina no optó por lo tradicional? y desde allí yo propondría pensar en los orígenes de ambos partidos y el lugar que las ligas mayores internamente hoy le dan a quienes realmente ponen el cuerpo ante las demandas que trae la nueva sociedad.

Desde el peronismo es muy clara la poca flexibilidad del militante para marcar agenda a niveles nacionales, esta corriente partidaria está muy arraigada a su sostén en el norte grande y en la liga de gobernadores mientras que en paralelo el mayor movimiento militante se encuentra en la provincia de Buenos Aires y no justamente desde la tradicional Juventud Peronista (JP) sino desde las unidades básicas que albergan y contienen en gran magnitud a la autopercibida "La Cámpora". Este me parece un punto importante para retomar desde el peronismo quien actualmente a gran escala se encuentra afectado por la grieta "Peronista de Perón" y "Kirchnerista de Cristina", el divague en torno a líderes que marquen y contengan la agenda de la juventud se encuentra bastante difuminada entre aquellos que militan un partido que antepone las bases más viejas e intransigentes y aquellos que sobre esas mismas bases se embanderan en primera instancia de la lealtad ante la líder moderna innata: Cristina Fernandez de Kirchner.

Quizás el debate más importante no es a donde va la lealtad de esta militancia sino que tanta base territorial tiene como para seguir conteniendo el voto joven a nivel federal y no solo dentro de un bastión histórico como lo es la Provincia de Buenos Aires ya que son muchas las pregunta que podemos hacernos en torno a la poca cercanía de la militancia con sus propios dirigentes e incluso a la escucha que estos reciben por parte de quienes deben hacerse responsables de estas demandas en los altos cargos.

Me queda agregar que el lugar de la militancia peronista en la historia hace a la misma historia argentina y nadie puede negarlo, no solo por su magnitud sino por su presencia en el territorio e incluso por su uniformidad para enfrentar desde censuras hasta exilios. Han logrado anteponerse a lo que la interna les demandaba: defender a la organización; aunque esto también les ha dado poca experiencia para reconocer lo democratico del factor alternante para liderar la agenda de la propia juventud. Consideró hoy que el desafío de la juventud peronista en general es realmente volver a ser federal, lograr habitar el nuevo territorio que son las redes sociales e incluso prepararse académicamente para los debates económicos que tenemos enfrente comos sociedad; estos jóvenes necesitan hasta diría con urgencia volver a encontrar líderes, posicionarnos como tales y hermanarse con las líneas internas que proponen espacios como "Patria Grande" que a su forma logró habitar el territorio, el liderazgo y la comunicación. El futuro va a ser complicado para todos aquellos que consideren que solo los liderazgos dentro La Cámpora pueden cambiar el territorio nacional, la sociedad les demanda ser peronistas en todas y cada una de las provincias. ¿Alcanzará solamente la militancia universitaria para eso? ¿Cuál es el lugar de Cristina realmente en estos cambios? ¿Quién lidera hoy a la JP?

Un poco de este debate se encuentra en la interna de la Juventud Radical también, juventud con más de 300 años de existencia y con mucha más interna vivida que el peronismo militante. Los jóvenes radicales no se guían por modas hoy en día, mucho menos por demandas efímeras sino que están altamente arraigados al territorio sin necesariamente ser oficialismo en los distritos. La historia de esta militancia está totalmente cruzada por debates internos en torno a la renovación etaria en términos de liderazgo, fueron los jóvenes los que lograron en los últimos años marcar una agenda propia con lo complejo que esto es para la rigidez ideológica de quienes se encuentran en la mesa chica radical, sin embargo se pueden apreciar momentos canónicos hacia adentro como la incorporación de UCR diversidad en la carta magna hasta el triunfo histórico de muchos gobernadores e intendentes jóvenes que acompañaron también al bloque "Evolución Radical" en la intensa recorrida por obtener la jefatura de CABA.

Es interesante observar la micro militancia hacia afuera de la jp que los llevó a entrar en un balotaje nacional en contraposición a la micro militancia de la jr hacia adentro que está logrando dejar de lado las caras repetidas hace más de 50 años con el solo hecho de reivindicar los triunfos del radicalismo en el pasado pero sin caer en un vacío sino teniendo como bandera el futuro, y en especial dejando muy claro que los líderes que lleguen a los grandes puestos serán los que acompañen en la jr en su plenitud. El radicalismo necesita hoy más que nunca una militancia dura en base pero flexible ante la alternancia, claramente le queda mucho por aprender pero es esperanzador para la política argentina y para todo amante del histórico bipartidismo observar de cerca como la distancia se empieza a acortar desde los concejos deliberantes más pequeños hasta el congreso nacional, y de dirigentes de base como Gustavo Valdes hasta dirigentes de la nueva generación como Martin Lousteau.

No quiero dejar de lado el arma más fuerte del radicalismo anclado a la juventud y que es la arrolladora Franja Morada, alma del partido y el único bastión interno con GRAN capacidad de alternancia, modernidad, supervivencia e intransigencia ante el presente. Hemos llegado aquí a lo que realmente mantiene vivo al radicalismo: las universidades. Considero este un tema demasiado amplio y totalmente analizable por fuera con más intensidad, sin embargo, son las universidades las que siguen enamorando a los jóvenes con la defensa de por la Reforma Universitaria de 1918 encabezada por el reformismo que habita a cada estudiante que pisa una universidad publica; aca esta el motor del futuro y el ejemplo más interesante para la polica joven: un pasado vivo y presente pero un futuro independiente con los pies en el territorio.

La Franja Morada conduce desde 1970 en mayor cantidad de ocasiones y desde 1983 ininterrumpidamente a la Federación Universitaria Argentina, actualmente con una mujer al mando (dato no menor para quienes cuestionan la poca paridad del radicalismo), y encabezando TODAS y cada una de las demandas nacionales, provinciales y municipales necesarias. Con este punto interesante concluyó en la idea de que hay muchas cosas que atrasan frente a este partido y lo que la historia demanda, sin embargo el radicalismo tiene la misma capacidad de supervivencia que el peronismo sin necesidad de hacer mucho ruido sino respetando los lugares en los que la ciudadanía siempre los puso: defendiendo la democracia en las bases como los municipios, las universidades nacionales, las organizaciones de la sociedad civil, los consejos escolares, etc.

Finalmente agregar desde la más humilde opinión de militante que a ambas juventudes les falta un poco de lo mismo, es interesante ver cómo cada una ante las crisis de la realidad Argentina y la cuestionable llegada de la JPRO logran recurrir a la historia, que en este caso es todo lo que la última no tiene, para seguir logrando adherentes. Volviendo a lo mismo del principio en más intensidad, sólo cuando se le dé lugar a los dirigentes que vienen el núcleo más intenso de militancia de base será

cuando se pueda imponer con fuerza una agenda moderna, dinamizadora y de innovación hacia el interior teniendo como protagonistas a quienes realmente enfrentarán a los extremos ideológicos: los pibes y las pibas dentro de cada unidad básica y comité.

En las últimas elecciones nacionales quedo demasiado en evidencia que la gente no quiere más a los mismos de siempre en la rosada a tal punto que la ciudadanía decidió hacer oídos sordos al negacionismo frente a las malas políticas públicas y la decadencia de la dirigencia vieja guardia como Sergio Massa o Patricia Bullrich. Pero con lupa en mano, las provincias decidieron en más de un caso que lo tradicional sirve cuando se habita por la renovación: muy claro es el ejemplo de Maximiliano Pullaro en Santa Fe o la histórica reelección de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires.

Este es el momento ante viento y marea de reordenar prioridades internas, escuchar a los jóvenes en las universidades, imponer agendas y ante todo dejar los egocentrismos de lado. Es demasiado claro que la falta de este último punto es el que nos llevó a que la derecha más negacionista acapare al electorado flotante.

¿La evolución partidaria llevará de vuelta al podio a la Patria Grande?

Fuentes:

https://ucrcapital.org.ar/militancia-universitaria-el-radicalismo-sigue-al-frente-de-la-fe deracion-universitaria-argentina-fua/

https://unr.edu.ar/reforma-universitaria-1918/

Los orígenes de la Juventud Peronista Lealtad: los «soldados de Perón» (1973-1974); CORE (2013).

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