Histórica elección en Neuquén: Perdió el MPN tras 62 años

Por Felipe Galli

Con un 35.6% de los votos, Rolando "Rolo" Figueroa derrotó a Marcos Koopmann, candidato del Movimiento Popular Neuquino, gobernante desde la vuelta de la democracia y que no ha perdido una elección desde 1962. ¿Qué ocurrió? ¿Cómo se llegó a este resultado?

En medio de un clima frío pero despejado, votó ayer la provincia del Neuquén para definir al sucesor del saliente gobernador Omar Gutiérrez (luego de que este cumpliera los dos mandatos consecutivos habilitados por la constitución), así como las 35 bancas de su Legislatura Provincial y las autoridades locales de una veintena de municipios. Fueron las segundas elecciones en las que se empleó la Boleta Única Electrónica, sistema que agilizó el escrutinio a pesar de la presencia de numerosas listas colectoras.

Seis candidatos contendieron por la gobernación neuquina, pero los ojos estaban puestos en dos aspirantes: el vicegobernador Marcos Koopmann, del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y su predecesor en el cargo, Rolando "Rolo" Figueroa, que se postuló por afuera con un nuevo armado, "Comunidad", y el respaldo de una amplísima coalición de partidos, entre los cuales resaltan el PRO, el Partido Socialista, grupos evangélicos y "Nuevo Compromiso Neuquino", del difunto dirigente radical "Pechi" Quiroga.

Fundado en 1961 por Felipe Sapag como una expresión de los grupos "neoperonistas", que buscaban evadir la proscripción que pesaba entonces sobre el movimiento justicialista, el Movimiento Popular Neuquino ganó todas las elecciones posteriores para gobernador, una hegemonía que incluso trascendió a los golpes de estado militares cuando los gobiernos de facto decidieron designar interventores provenientes del partido. Desde su ruptura oficial con el peronismo nacional en 1973, el MPN ha sostenido una retórica férreamente localista, exaltando la preservación de los recursos naturales "en manos neuquinas".

No es para menos. Con tan solo un 1.4% del padrón electoral, Neuquén es insignificante en términos de elecciones nacionales. Sin embargo, la provincia alberga el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta, con lo que representa un 20% de la producción de petróleo y un 40% de la producción de gas de toda la nación. El MPN históricamente ha sostenido el discurso de que su derrota es garantía de una toma de control de los recursos neuquinos por parte del gobierno federal, y suele exaltar la noción de que a los partidos nacionales "sólo les interesa Vaca Muerta".

El debilitamiento del MPN ha sido constante desde 1999 y se debe a una serie de factores que son comunes en un sistema de partido dominante cuando se agota: corrupción, actitud arrogante y autoritaria de sus dirigentes, manipulación de las normas institucionales en beneficio político, uso de los recursos del estado para hacer campaña, etc. A partir de 2003, el partido comenzó a depender cada vez más del sistema de listas colectoras para ganar las elecciones, lo que fue denunciado por otros candidatos como "una ley de lemas encubierta".

Finalmente, el clavo en el ataúd vino con una crisis interna entre el gobernador Gutiérrez (y su delfín político y candidato derrotado, Marcos Koopmann) y su primer vicegobernador, Rolando Figueroa. Si bien nunca se desafilió formalmente del MPN y el este nunca lo expulsó (con lo cual técnicamente sigue siendo miembro del partido), Figueroa anunció su candidatura por afuera en octubre pasado, manifestando diferencias con la gestión de Gutiérrez, y fundó su espacio, "Comunidad", para disputar los comicios.

La campaña entre Figueroa y Koopmann fue encendida y no estuvo exenta de chicanas que son ya conocidas en la política provincial de nuestro país. Figueroa acusó al gobierno de recurrir a recursos públicos para hacer campaña y de intentar invisibilizar su candidatura respecto a otras opciones opositoras, llegando a tildar al oficialismo de "régimen". Koopmann exaltó, tanto durante la campaña como en la propia jornada de votación, los valores históricos de su partido de defender los "intereses neuquinos", y señaló el armado de su oponente, con fuerte presencia de partidos nacionales, como un "rejunte".

¿Qué pasó con las fuerzas nacionales? A eso vamos. La elección se saldó con la tercera derrota consecutiva de Ramón Rioseco, aspirante kirchnerista del Frente de Todos, que en esta ocasión no llegó a superar el 12% de los sufragios y, por segunda vez, obtuvo un porcentaje de votos inferior al de la elección anterior (32% en 2015 y 25% en 2019). Este resultado probablemente provocará agitación interna dentro del peronismo neuquino, que tendrá que empezar a rever la conveniencia de preservar como líder al exintendente de Cuatro Có.

Por su parte Juntos por el Cambio, que venía de un buen resultado en las legislativas de 2021, enfrentó profundas divisiones que llevaron al diputado radical Pablo Cervi, a presentarse sin el apoyo del PRO (el cual prefirió concurrir como una colectora de Figueroa) y sufrir una devastadora derrota, con menos de un 4% de los votos y ubicándose apenas por encima de la candidata del Frente de Izquierda, Patricia Jure.

Sin duda alguna suscitó expectativa el abanderado de Javier Milei, Carlos Eguía. Periodista y director del grupo de medios provincial "Cadena Uno", Eguía integró Juntos por el Cambio como dirigente de la Coalición Cívica. En 2021 se postuló solo con el partido, por afuera de la coalición, y logró un 14% de los votos en las elecciones generales. Parecía ir camino a un acuerdo con Cervi hasta hace tan solo unos meses, cuando lanzó su plataforma "Cumplir", rompió con el partido de Carrió y anunció su postulación con el apoyo del líder libertario.

El resultado final para Eguía, con aproximadamente un 9% de los votos y ubicándose cuarto por detrás de Rioseco, fue considerado por algunos como una decepción, sobre todo porque son menos votos que los logrados en 2021. Sin embargo, el movimiento en torno al polémico economista logra, por lo menos, una presencia base en el distrito neuquino, y la lista de "Cumplir" se ubicó tercera para diputados provinciales, detrás de las del MPN y "Comunidad" y relegando al PRO y al Frente de Todos.

Teniendo en cuenta que, en realidad, Figueroa es técnicamente afiliado al MPN (y no reniega del partido en sí, sino de la conducción de Gutiérrez), no está del todo claro cuál será la situación política de la provincia de aquí a ocho meses, cuando le toque asumir la gobernación. No estando completamente clara cuál será su relación con los partidos nacionales (en particular el PRO) que contribuyeron a su triunfo, bien podría darse una vuelta atrás que restaure la hegemonía del partido provincialista ignorando la derrota electoral. Por ahora, Neuquén puede aprestarse para lo que será, este 10 de diciembre, el primer cambio de gobierno por medios electorales de su historia..