Huelga policial en Costa Rica: ¿A las puertas del estallido?

21.04.2023

Por Jorge Alpízar

Efectivos de la Fuerza Pública de Costa Rica.
Efectivos de la Fuerza Pública de Costa Rica.

En las últimas horas del jueves, la Fuerza Pública de Costa Rica inició una huelga policial contra el presidente Rodrigo Chaves. Una inusual movilización en este país, visto históricamente como el ejemplo de estabilidad, democracia y bienestar de América Latina, pero que parece enfrentar una situación política, económica y social cada vez más complicada. ¿Qué está ocurriendo en Costa Rica?

Todo comenzó cuando el gobierno de Chaves, ante la creciente ola de criminalidad y asesinatos por enfrentamientos de grupos narcotraficantes, propuso el plan "Costa Rica Segura". El mismo busca tener mil efectivos policiales extra en las calles cambiando los horarios de los policías de jornadas de seis días trabajados por seis libres y de tres trabajados por tres libres, a seis trabajados por cuatro libres. En resumen, les están quitando a los oficiales dos días libres por seis meses, a lo que se suma el previo congelamiento del salario de la Fuerza Pública, por lo que no gozarán de aumento.

Los cuerpos policiales, en respuesta, salieron a las calles a manifestarse la noche del jueves y pretenden seguir movilizados este viernes. Muchos departamentos policiales se encuentran en huelga, el gobierno intentó enviar antimotines, pero no pudo ya que también se sumaron a la movilización. Es una crisis de seguridad sin precedentes, literalmente los cuerpos policiales se declararon en rebeldía ante quien deben estar subordinados.

Todo esto se añade al descontento de muchos sectores sociales por medidas como la propuesta de las jornadas 4x3, que pretenden establecer jornadas laborales en todo el país de doce horas, cuatro días a la semana por tres libres. Además de la desprotección de productores de arroz locales para beneficiar a grandes importadores.

En Costa Rica hay una gran polarización desde la llegada al poder de Chaves el año pasado, básicamente entre quienes apoyan a su gobierno y quienes lo critican. Son habituales los enfrentamientos de Chaves con la prensa y los partidos de la oposición, como el izquierdista Frente Amplio, fracción legislativa con la que dinamitó puentes de diálogo debido a diferencias ideológicas.

Rodrigo Chaves, presidente de Costa Rica.
Rodrigo Chaves, presidente de Costa Rica.

El pequeño país centroamericano enfrenta un complejo panorama en todos los frentes, con un mandatario que parece pretender gobernar a su modo sin dialogar con actores políticos y sociales opuestos. En sus conferencias de prensa tiende a atacar a la prensa, a opositores políticos o a responsabilizar a otros de las problemáticas. Y un ejemplo claro de esto es la huelga policial. El ejecutivo tomó la decisión sin dialogar con los cuerpos policiales. A la vez, se critica que estas medidas no buscan atacar los problemas estructurales de la inseguridad, solamente sacar a un montón de efectivos a las calles como medida paliativa.

Las movilizaciones sociales en Costa Rica se han debilitado tras la aprobación de la ley anti-huelgas en el gobierno de su predecesor Carlos Alvarado, mediante la cual se prohibieron las huelgas "políticas" y quienes se sumen a ellas pueden perder su trabajo o exponerse a amonestaciones. Se critica que esta ley ha dejado a la clase trabajadora amarrada de pies y manos sin poder movilizarse para intentar cambiar sus condiciones materiales.

En el corto, mediano o largo plazo las expectativas son inciertas. Se ha generado caldo de cultivo para que el descontento explote, como lo que ocurre ahora con los policías. Inclusive puede que otros sectores se unan a los policías para plantear exigencias y crear músculo en las calles. Otra posibilidad es que el gobierno admita sus errores y retroceda, lo cual no garantiza el fin de las movilizaciones: la policía está muy descontenta por las condiciones paupérrimas en las que trabajan.

Sumado a esto, es institucionalmente inquietante que las fuerzas policiales se alejen de esta forma de su superior: la cabeza del poder ejecutivo. Aunque la policía no sea igual a un ejército (Costa Rica abolió las Fuerzas Armadas en 1948) y es por tanto improbable que tomen represalias contra la institucionalidad, el orden público puede verse alterado ante la movilización policial.

Lo que sí se puede afirmar es que esto puede ser el inicio de un estallido social en Costa Rica, uno que lleva años en espera como una olla de presión ante el empeoramiento de las condiciones de vida de la población costarricense, de una desigualdad creciente y una sociedad que se descompone cada vez más.


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