Municipales en el Reino Unido: Prueba de fuego para Sunak

03.05.2023
Por Ernesto X
Las elecciones locales serán una prueba de fuego para el primer ministro Rishi Sunak (Partido Conservador).
Las elecciones locales serán una prueba de fuego para el primer ministro Rishi Sunak (Partido Conservador).

El próximo 4 de mayo se celebran las elecciones locales en Reino Unido, un proceso electoral que puede ser clave para el futuro político del gobierno actual, encabezado por el conservador Rishi Sunak.

En estos comicios se elegirán los integrantes de 230 ayuntamientos en Inglaterra, 4 alcaldes en el mencionado país constitutivo del Reino Unido, y los miembros de los 11 ayuntamientos de Irlanda del Norte. Concretamente, hay 8092 escaños a repartir entre todos los ayuntamientos. En algunos casos se elige una parte mientras que en otros la totalidad de los escaños.

Las últimas elecciones locales fueron el 5 de mayo de 2022. En aquella ocasión el opositor Partido Laborista fue el ganador, llevándose el 35% del voto popular y pasando de tener 2965 a 3072 escaños de un total de 6157 que estuvieron en juego. Mientras tanto, el oficialista Partido Conservador obtuvo el 30% de los sufragios y pasó de 1888 a 1403 escaños.

Estas elecciones, sin dudas, serán un importante barómetro del estado de opinión de los votantes británicos de cara a las elecciones generales de otoño de 2024. Si bien no se han publicado muchas encuestas de intención de voto, se espera que en esta ocasión hayan resultados similares a los de 2022 debido al fuerte desgaste, cada vez mayor, que experimentan los conservadores.

Para entender el esperado desplome del apoyo a un partido tan históricamente exitoso como lo son los conservadores hay que recapitular las turbulencias vividas por el gobierno británico durante 2022. Durante ese año el Reino Unido tuvo tres primeros ministros, todos del Partido Conservador.

Primeramente, Boris Johnson tuvo que renunciar ante los escándalos del Partygate, (cuando el mandatario organizó un evento social en plena pandemia, por lo que fue multado) y las alegaciones de acoso sexual contra el parlamentario y jefe de bancada conservador, Chris Pincher. Para escoger un nuevo líder se les dió a elegir a los miembros del Partido Conservador entre Liz Truss y Rishi Sunak. Luego de estar abierta la votación por casi dos meses, Truss fue investida primera ministra, con el 57,4% del voto.

La nueva jefa de gobierno (tercera mujer en el cargo tras las igualmente conservadoras Theresa May y Margaret Thatcher) no duró mucho en el cargo debido a un programa de recortes de impuestos (sobre todo a los altos ingresos) que puso en duda la capacidad del Reino Unido de hacer frente a sus obligaciones fiscales, al reducir sus ingresos y mantener el gasto público. La desconfianza de los mercados llevó al desplome de la libra esterlina a su valor más bajo respecto al dólar en la historia ($1.03), superando el anterior récord de Margaret Tatcher de $1.05 en 1985.

El plan económico de Truss tampoco hizo mucha gracia a los votantes británicos, llevando al partido laborista a obtener hasta un 52% en la media de encuestas de POLITICO, herramienta del mencionado medio de comunicación que combina los resultados de los sondeos de opinión de diferentes países, sonbre todo europeos. Es importante aclarar que esto se debió en parte a que muchos votantes conservadores pasaron a responder que no votarían o que estaban indecisos, y no significó que en su mayoría decidieran apoyar al laborismo. Recientemente, esos votantes han vuelto a declarar su apoyo a los tories, lo que ha disminuido la ventaja laborista en las encuestas.

Al poner en riesgo la economía y la estabilidad fiscal británicas, el liderazgo de Truss empezó a ser puesto en duda, lo que llevó finalmente a su renuncia. La primera ministra no llegó a ocupar el cargo ni siquiera dos meses.

Luego de la caída de Truss, la candidatura de Rishi Sunak se impuso, al retirarse su única rival al cargo, Penny Mordaunt. El nuevo premier ha tratado de mostrarse más moderado y como un político útil, que trata de afrontar los temas que afectan a los británicos. Sin embargo, el desgaste de los tories, que llevan siendo el oficialismo desde 2010, es importante.

A las turbulencias del año 2022 se añaden los pocos beneficios (si es que existen) que ha traído el Brexit, el cual ha ralentizado la economía británica y en varias ocasiones ha provocado escasez de algunos productos en los mercados. Debemos recordar que los Conservadores ganaron las elecciones generales de 2019 con su eslogan “Get Brexit Done” por lo que reciben la mayor parte de las culpas por los resultados de la salida de la Unión Europea.

El opositor Partido Laborista (liderado por Keir Starmer) planea mostrar fuerza en estas elecciones.
El opositor Partido Laborista (liderado por Keir Starmer) planea mostrar fuerza en estas elecciones.

Será importante observar, este 4 de mayo, el desempeño de los laboristas que, liderados por Keir Starmer, se presentan como alternativa factible de gobierno. El tercer partido mejor posicionado, los Liberal Demócratas, suele tener un mejor desempeño en las elecciones locales que en las generales, pero no ha sabido capitalizar el desplome conservador en el plano nacional.

Otro punto destacable es la posibilidad de que el Partido Nacional Escocés (SNP), formación independentista de este país constituyente, pueda perder terreno debido a la renuncia de su líder Nicola Sturgeon y los posteriores escándalos que ha enfrentado el partido. Frente a esto se esperan buenos resultados para las formaciones roja y naranja, que suelen capitalizar mejor que los conservadores las fugas de los nacionalistas escoceses.

Así, este 4 de mayo tendremos una fotografía de la situación política y electoral del Reino Unido, y sabremos si es inevitable un arrase laborista o si los conservadores pueden recuperar el terreno perdido.

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